Kim Wagner se propuso desde el principio hacer feliz a la gente con su trabajo creativo. Pronto tuvo claro de qué manera: ya de pequeña jugaba a la cocinera y revolvía en las ollas de su madre, lo que le molestaba. En la actualidad, la madre de Kim es atendida por su hija, propietaria de un restaurante y chef de primera categoría.

Durante sus años de estudio, Kim trabajó a tiempo parcial en un restaurante donde completó su formación. Su carrera como cocinera la llevó luego al Rüssels Landhaus de Naurath, galardonado con una estrella Michelin. Fue aquí donde Kim conoció a su pareja, con la que ahora dirige con éxito el restaurante Feinheit en Emmelshausen. En el menú hay platos modernos y fáciles de combinar, para los que sólo se utilizan productos frescos. Kim Wagner y su socio Etienne Weber deleitan a sus invitados con refinadas ideas individuales con influencias francesas.

A Kim le gusta especialmente probar nuevos productos y desarrollar nuevas creaciones. Le da mucha importancia al sabor y al aspecto de las comidas.

Como experta en hostelería, sabe que las sartenes y ollas de mala calidad suelen tener el problema de que el calor no se distribuye de forma uniforme y, por tanto, los platos sofisticados no tienen éxito. Por ello, elogia la distribución directa y absolutamente uniforme del calor en nuestra batería de cocina de Olav.